El Volador es un precioso bote tradicional aparejado con una vela latina, similar a los que se usaban hace no tanto tiempo en Lanzarote para calar1 en la costa. Sus 5 metros de eslora permiten la navegación con cinco marineros.
El costillar de esta obra de arte naval está hecho con madera de acacia y su entablado está construido en pino. El bote estará para siempre ligado a su artífice, el maestro carpintero de ribera Agustín Jordán, que habla de su criatura como si tuviera entendimiento.
«El Volador… El nombre le pega un montón», dice Agustín mientras lo contempla. «El bote está nervioso, anda medio asustado porque es la primera vez que se echa al mar. Llevo una semana convenciéndole. El sábado hay que darle cariño».
Ya lo dice Tom, el carpintero naval que protagoniza uno de los capítulos más memorables de One Piece: «Cuando un hombre crea un barco, hace de él parte de sí mismo con un don».
La botadura, el 3 de febrero
El bote tocará por fin agua el sábado 3 de febrero en el Islote de La Fermina (Arrecife, Lanzarote) y navegará hasta el Muelle de la Pescadería, donde llegará alrededor de las once de la mañana. Allí volverá a tierra y será montado en un carro para participar como uno más en el desfile del Carnaval Tradicional de Arrecife.
Agustín terminó de construir el casco del bote en 2009 y Los Buches2 se prendaron de él. La agrupación folklórica lo adquirió con la ayuda de los Centros de Arte Cultura y Turismo y, así, la pequeña embarcación terminó de cobrar vida, siendo calafateada, empastada, lijada y pintada de azul.
La parranda Los Buches ha recibido este año una inyección de juventud que no ha hecho sino redoblar la ilusión por salir a la calle. Una de sus nuevas incorporaciones es el artista David Machado que estos días ejerce de portavoz del colectivo invitando a toda la ciudadanía a revestirse a la antigua usanza, con trapos viejos que oculten la cara, antifaces, embozos, sombreros y guantes que también invisibilicen las manos para que no se nos reconozca.
No valen los disfraces de AliExpress ni el tropel de coloridos complementos que podríamos usar en una fiesta temática, en Halloween o en el Coso carnavalero moderno.
Se trata de usar la imaginación y las prendas en desuso que tenemos en el ropero para convertirnos en seres irreconocibles, como hacían dos o tres generaciones atrás.
Juntaletras 